La violencia en Guanajuato alcanzó un nuevo nivel cuando el crimen organizado, en su escalada de poder, llevó a cabo atentados con vehículos bomba en los municipios de Acámbaro y Jerécuaro. Estas acciones, que ya se enmarcan como narcoterrorismo, buscan consolidar el control del territorio a través del miedo y la violencia, afectando a las instituciones del estado y la población civil.
Explosión frente a la Secretaría de Seguridad Pública en Acámbaro
A las 7:00 horas del jueves, un coche bomba explotó frente al edificio de la Secretaría de Seguridad Pública en Acámbaro, sobre la avenida Río Colorado. La Secretaría de Seguridad Pública del municipio informó sobre el atentado con un mensaje contundente: «Atentado con coche bomba al exterior del edificio de Seguridad Pública». Este evento dejó como saldo tres policías heridos, entre ellos una mujer que se encuentra en estado grave, mientras que los otros dos agentes sufrieron lesiones leves.
El impacto de la detonación también causó daños considerables en los alrededores. Cuatro viviendas y siete vehículos particulares resultaron afectados, lo que incrementa la preocupación sobre la capacidad del crimen organizado para desestabilizar áreas urbanas con actos de violencia extrema.
Segundo atentado en Jerécuaro
En paralelo, otro ataque se registró en el municipio de Jerécuaro, donde un vehículo policial fue incendiado en plena zona centro, en la calle Fray Ángel Juárez. Según informes preliminares, la explosión causó daños en siete vehículos y nueve locales comerciales. A pesar de la gravedad del incidente, no se reportaron víctimas civiles.
Hasta el momento, no se han realizado detenciones ni se ha identificado a los responsables de estos actos de narcoterrorismo, lo que genera incertidumbre sobre los alcances de estas organizaciones criminales en la región.
Reacciones del gobierno ante los ataques
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha ordenado la intervención de la Fiscalía General de la República (FGR) para llevar a cabo una investigación exhaustiva y esclarecer estos hechos. Su respuesta subraya la creciente preocupación a nivel federal por la situación en Guanajuato, estado que ha sido escenario de una escalada de violencia en los últimos años.
Por su parte, la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo, condenó los ataques y anunció el despliegue inmediato de un operativo conjunto entre la Fuerza de Seguridad Pública del estado, las Policías Municipales, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano. «Nuestra prioridad es la pacificación de Guanajuato, y esta compleja tarea la conseguiremos entre todas y todos», afirmó la mandataria a través de sus redes sociales.
García Muñoz Ledo suspendió su agenda pública para reunirse de urgencia con las presidentas municipales de Acámbaro y Jerécuaro, Claudia Silva Campos e Isabel Acevedo, respectivamente, quienes no se han pronunciado públicamente tras los atentados. Durante su comunicado, la gobernadora aseguró que «toda la fuerza del Estado está sumada en esta tarea de regresar la paz a Guanajuato», pero no ofreció una actualización sobre los daños totales.
El narcoterrorismo como herramienta de control
Estos eventos no son incidentes aislados, sino parte de una tendencia creciente en la que el crimen organizado recurre al narcoterrorismo para consolidar su control sobre territorios clave. Guanajuato, que durante años ha sido una zona estratégica para el tráfico de drogas y el robo de hidrocarburos, ha experimentado una intensificación de la violencia entre cárteles rivales. Esta nueva fase de ataques busca no solo enfrentarse a las fuerzas de seguridad, sino también sembrar el terror entre la población civil, afectando su vida diaria y obligándola a vivir bajo la sombra del miedo.
A nivel global, el narcoterrorismo ha sido utilizado por diversos grupos criminales para debilitar a los gobiernos y crear un ambiente de inestabilidad que favorezca sus actividades ilícitas. En México, la situación en estados como Guanajuato ha generado preocupación no solo por la seguridad interna, sino por el impacto que estos hechos pueden tener en la economía, el turismo y la inversión extranjera.
¿Qué sigue para Guanajuato?
La capacidad de las autoridades estatales y federales para responder de manera eficaz ante estos actos de narcoterrorismo será clave para determinar el futuro de la seguridad en la región. Mientras tanto, la población sigue viviendo en un estado de incertidumbre y miedo, esperando que las acciones gubernamentales logren frenar la expansión del poder criminal.
El operativo desplegado en ambos municipios de Guanajuato es un reflejo de los esfuerzos coordinados entre los distintos niveles de gobierno para recuperar el control. Sin embargo, la efectividad de estas acciones será puesta a prueba en los próximos días, ya que los grupos criminales buscan constantemente adaptarse a las estrategias gubernamentales.
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