Enfermera del IMSS de 46 años, Yuricie Rivera Elizalde, murió tras recibir un disparo en el rostro por parte de elementos del Ejército en Nuevo Laredo, Tamaulipas, denunció su esposo, Víctor Manuel Carrillo Martínez.
El pasado viernes 11 de octubre cuando la pareja circulaba por la avenida Eva Sámano acompañada de su hijo de nueve años, y al llegar al cruce de la calle Miquihuana se percataron que en la siguiente calle, Villagrán, había militares apostados, de acuerdo con el relato de Carrillo Martínez a La Jornada y Reforma.
Al ver a los soldados redujo la velocidad, pero estos comenzaron a disparar directamente hacia su camioneta y una de las balas perforó el parabrisas e impactó en el rostro de su esposa, denunció.
“Empezaron a disparar sin motivo, no sé qué pensaban o por qué lo hicieron. Quiero que se haga justicia”, demandó Carrillo Martínez, quien resultó ileso junto a su hijo menor de edad.
El esposo narró que tras la agresión detuvo la marcha y bajó del vehículo para pedir auxilio al personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, el cual hizo caso omiso y se retiró del lugar. “Pedimos la atención y pasaban y pasaban y no nos hicieron caso, se fueron como si nada”, mencionó.
Al lugar llegaron ambulancias de Protección Civil, personal de la Policía Ministerial Investigadora de la Fiscalía de Tamaulipas, Servicios Periciales, de la Guardia Nacional y del Ejército.
Yuricie Rivera Elizalde era madre de dos hijos, trabajaba en el IMSS, y el día que fue asesinada se dirigía con su familia a una cena familiar.
“Agradezco haberte tenido en mi vida, ser tu hija, compañera y amiga, siempre me diste lo mejor que pude tener; pero ahora te has ido y te llevas mi corazón contigo. Te amo para siempre, mami”, dice una publicación en Facebook de su hija, Yubemi Rivera.
La letalidad de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública se ha documentado desde investigaciones periodísticas y académicas. La más reciente se encuentra en Permiso para matar, investigación periodística que documenta el caso de mil 524 víctimas, hombres y mujeres sin vínculos con el crimen organizado, sobre los que no pesaba ninguna sospecha y que no eran parte de ninguna investigación, quienes fueron asesinados o desaparecidos por fuerzas de seguridad, federales o estatales, con total impunidad.
En lo que va del sexenio de Claudia Sheinbaum se ha conocido públicamente el asesinato de seis migrantes en Chiapas por parte del Ejército, un supuesto enfrentamiento en Colima que dejó seis muertos, y ahora el asesinato de Yuricie Rivera Elizalde.
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