Nuevo Laredo permanece en estado crítico por la escasez de agua, al continuar clasificada en color rojo dentro del Semáforo del Cuidado del líquido, de acuerdo con el más reciente informe presentado por la Secretaría de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas.
El balance actualizado en junio, evidencia un panorama alarmante para los municipios abastecidos por la cuenca del río Bravo, donde los niveles de almacenamiento siguen por debajo de lo necesario.
En la Vigésima Reunión Ordinaria del Comité de Seguimiento y Evaluación del semáforo del agua, el titular de la dependencia, Raúl Quiroga Álvarez, indicó que la sequía prolongada y la falta de lluvias en la región norte han agravado la situación en los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Miguel Alemán y Guerrero, los cuales mantienen una clasificación en rojo por tercer mes consecutivo.
En Nuevo Laredo, autoridades municipales han reconocido que el déficit hídrico ha comenzado a impactar de forma directa en la presión del servicio doméstico y en la operación de sistemas de riego. Ante este panorama, el gobierno local ha intensificado campañas para promover el uso racional del agua, así como trabajos de reparación de fugas y mejoramiento de redes hidráulicas.
A diferencia del norte, algunas regiones del centro y sur del estado, como Gómez Farías, Mante, Victoria y Altamira, han mostrado señales de recuperación, ubicándose en color amarillo o incluso verde dentro del semáforo. Sin embargo, funcionarios estatales advirtieron que este alivio parcial no debe generar confianza excesiva, ya que las precipitaciones continúan siendo inestables y localizadas.
Durante el encuentro se anunciaron medidas complementarias como el uso de drones y embarcaciones para supervisar los caudales de ríos claves, y se adelantó que en Ciudad Victoria iniciará pronto la construcción de una nueva línea del acueducto Guadalupe-Victoria, con el fin de asegurar el abasto a mediano plazo. No obstante, ninguna obra de gran escala fue anunciada para el norte del estado, lo que deja en incertidumbre a municipios como Nuevo Laredo que enfrentan una demanda creciente y una oferta del suministro cada vez más limitado.
La Secretaría de Recursos Hidráulicos reiteró que la micromedición del consumo, el fortalecimiento de los organismos operadores y una cultura ciudadana más consciente serán fundamentales para superar esta crisis. Mientras tanto, la frontera tamaulipeca sigue en alerta máxima, enfrentando una de las etapas más secas de los últimos años.
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